Un peluche, encima de la cama, en un rincon, sobre un sofa, en un
armario. Que cuando lo cojes, sientes todos los momentos que has vivido
junto a el. Como si fuera una persona. Como lo conseguiste, a donde
fuiste con el, las fotitos ... Si el se fuera, nada seria lo mismo.
Porque es como un amigo, una compañía, nunca te sientes solo con el. Le
abrazas, le mimas. Yo tengo un peluche muy especial, siempre me lo llevo
de viaje, me lo regalo mi abuelo hace algun tiempo, es un perrito, lo
compró en Portugal. Hai veces que el amor es tan grande hacia los
peluches que le pones hasta nombre. Creo, desde mi punto de vista, que
los peluches no tienen Que llevarlo solo los niños pequeños. Y si una
persona de 20 años lo lleva, no hay porque avergonzarse, al contrario,
tiene que estar contento de tener a esa ¨mascota¨.
Y sin darte cuenta, es como si sintieras el amor de ese peluche. Es tu
compañero de pensamientos e intimidades y no necesariamente tienes que
Hablar con él ! Solo con creer Que al pensar algo, el lo entiende
perfectamente... Adoro los peluches, ¡con el pelo suavito!
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