Bueno, pues ya he vuelto del país del gelatto, la pizza y la pasta. Y como dije en algunas entradas más atrás, querría contar cómo fue mi experiencia allí, en mi viaje de fin de curso.
Día 18 de Junio ROMA
Nos despedimos temprano de nuestras familias y cogimos un autobús que nos llevaba a Málaga, de allí cogeríamos un avión directo hasta Roma. Llegamos a la capital sobre la hora de comer. Mi primera impresión fue que Roma se parecía muchísimo a Sevilla, al menos el trayecto de Fiumincino al centro.
Esa noche hicimos paseo nocturno, desde las 20:30h hasta las 00h, vimos la Fontana di Trevi (que estaba en reformas), la Piazza d'Espagna, las fuentes de las cuatro esquinas... la verdad es que esa noche no disfrutamos mucho porque estábamos muy cansados del viaje.
Día 19 de Junio
Visitamos el foro romano, que es precioso para mi gusto. Cada esquina te cuenta una historia. Vimos esculturas de Miguel Ángel y antes de comer, visitamos el Coliseo. Lo más bonito de éste para mi gusto es una vez que has entrado dentro y ves las gradas, el patio donde estaban los leones y te imaginas una batalla de gladiadores ahí en medio. A la hora de comer fuimos hacia la Plaza de Santa María del Trastévere. Por cierto, en Italia, si no quieres gastar mucho dinero, no te sientes en los restaurantes y pide la comida para llevar, porque en algunos lugares te cobran bastante caro. También visitamos el Castillo Sant Angelo, que me pareció precioso. Porque es diferente a todos los demás (es redondo), y si lo admiras desde el puente de Sant Angelo, con las columnas de ángeles a los lados, es una maravilla. Esa noche volvimos a pasar por la Fontana di Trevi y demás y lo pudimos admirar mejor.
Día 20 de Junio
Visitamos el Vaticano, que es un país pequeño, rodeado por unas altas murallas que lo separan de Roma. Hay que cubrirse las piernas y los hombros para entrar, pero eso sólo cuando entras en la Iglesia de San Pietro. Mientras, en los museos, puedes ir con pantalón corto (vamos, que yo fui así), la Capilla Sixtina es mucho más pequeña de lo que imaginaba, porque creía que era una gran Capilla con grandes decoraciones y muchos adornos, pero nada más lejos de la realidad.
Por la tarde, visitamos la Piazza Navona, que me pareció muy bonita, también vimos el Panteón, donde está enterrado Rafael. Por cierto, mucho cuidado en Italia con los coches, sobretodo en Roma, porque en el norte conducen mejor (aunque por lo que tengo entendido, en Nápoles, conducen todavía peor) ya que van a mucha velocidad conduciendo, pitan muchísimo, cuando frenan, lo hacen en mitad del paso de peatones, etc etc.
Día 21 de Junio. SIENA & FIRENZE
Nos marchamos de Roma en autobús hasta Siena, son más o menos 3 horas sentados. Cuando llegamos a Siena, nos pareció que nos habíamos marchado a otra época. Siena parece que se ha quedado estancado en la Edad Media. Caminar por entre las callejuelas estrechas, por las que se cuelan pequeños rallos de luz es maravilloso. La Plaza principal en la que se hacen las famosas carreras de caballos, es muy bonita.
No nos paramos mucho tiempo en Siena, sólo estuvimos una tarde, así que retomamos el camino hasta Florencia (Firenze en italiano), que era otra hora más en autobús.
Si vais a Florencia, debéis ir al mirador de Miguel Ángel, porque desde allí se ve Florencia súper bonita. Visitamos el casco antiguo de Florencia, pasamos por el Puente Vecchio (el cual tiene joyerías en mitad del puente), también vimos el David de Miguel Ángel, etc. Florencia me encantó. En Italia no tienes problema con el idioma, porque puedes hablar español, ellos te contestan en italiano, y os entendéis perfectamente. Además si se te dan bien los idiomas y lo captas rápido, puedes lanzarte a pedir cosas y a hablar mas sueltamente en el idioma.
Dia 22 de Junio. FIRENZE & VENEZIA
Hicimos una gymkana por toda Florencia, nos lo pasamos muy bien, porque las pistas eran curiosidades y detalles sobre piezas, monumentos, calles, Iglesias, etc y eso hacía que nos fijáramos atentamente en las obras, en vez de pasar de largo ante ellas. Florencia tiene grandes avenidas muy anchas, y luego tiene calles estrechas a sus laterales. Sobre las 17h volvimos a coger un autobús hasta Venezia. De Florencia a Venezia se tardan 4 horas, como de Roma a Florencia. Cuando llegamos, al principio nos quedamos un poco aturdidos, porque era todo muy llano, con algunos entrantes de agua, pero no había tantas casas como pensábamos ni era como nos lo imaginábamos. Pero claro, estábamos a las afueras de Venezia. Esa noche, fuimos a bañarnos al Mar Adriático, no había nadie, sólo nosotros, y por más que nos metíamos en mar adentro, el agua siempre nos llegaba por las rodillas o por los muslos. Fue divertido.
Día 23 de Junio.
A las 8-9 de la mañana, fuimos a coger el Vaporetto, un barco que nos lleva hasta la Venezia que todos conocemos, la que sale en los libros, en las películas, con las calles estrechas, el agua entre ellas y las góndolas llenas de gente. Eso sí se parecía a lo que siempre había imaginado. Venezia fue exactamente como pensaba, incluso quizás superó mis expectativas. La ciudad no me olió en absoluto mal y me sentía bien allí. La Plaza de San Marco es muy bonita, y de vez en cuando se llena hasta arriba de agua, entonces solo se puede estar allí en góndola. Montarse en una góndola cuesta 80 euros, y si quieres ir por las callejuelas, es mejor que cojas la góndola cerca del Río Rialto. Por cierto, no negocies con el gondolero porque te pondrá mala cara y no habrá trato de todas maneras. Si le pides que cante, lo hará, y la verdad es que resulta gracioso escucharlos. Puedes coger barcos que te llevan a las islas de Burano (famosa por sus tejidos), Murano (por su joyería) en poco tiempo y creo que no cuesta muy caro. A mi sinceramente, Venezia me encantó. Hablé con el gondolero y me contó que el día anterior había hecho 2 bodas y había presenciado 5 proposiciones de matrimonio. Venezia es un lugar donde surge el amor. Y los helados de allí son lo mejor. Por lo menos, de los 4 sitios que visité, los que más me gustaron fueron los de allí. Aunque si de verdad quieres comer un verdadero helado italiano, la ciudad de los helados es Belluno.
Esa noche fuimos a la discoteca, estuvimos hasta las 3 de la mañana. Hay que tener cuidado con los italianos, porque se lanzan bastante, así que tienes que tener cuidado. Lo digo por experiencia propia.
Día 24 de Junio
Al final me dormí a las 4 y media de la mañana, y nos despertamos a las 7, total, que dormí 2 horas y media. Estaba cansadísima. Fuimos en autobús hasta el aeropuerto Marco Polo de Venezia. Fue una pasada despegar, porque ibamos a ras del suelo y a nuestra derecha teníamos las entradas de agua de mar en la tierra, muy pegado a nosotros. Volamos sobre Torino, Bolognia... hicimos escala en Barajas y finalmente ya llegamos a nuestro destino, de vuelta a casa.
Sinceramente, éste viaje me gustó mucho, porque he compartido muy buenos momentos con compañeros y amigos, y en la convivencia es cuando comienzas a conocer a la gente de verdad. Próximamente, me gustaría volver a tierras italianas y ésta vez, visitar también más a fondo el sur, por el que tengo mucha curiosidad. Y bueno... Ciao!